Dos Tonos De Crecimiento Para Un Mercado Incierto
En el próximo año, creemos que las empresas con crecimiento confiable y exposición a temas seculares tendrán una ventaja a largo plazo.
19 de ene. de 2023
Los mercados globales sufrieron un duro golpe durante la mayor parte de 2022. Los problemas persistentes de la cadena de suministro, exacerbados por la guerra en Ucrania y los cierres inducidos por la pandemia en China, ayudaron a impulsar una inflación global significativamente más alta. A medida que los bancos centrales ajustaron la política monetaria en respuesta a ello surgieron temores de recesión en los mercados, y las acciones, bonos y activos inmobiliarios disminuyeron marcadamente durante la mayor parte del año. Mientras tanto, las materias primas generalmente se recuperaron, aunque los rendimientos fueron algo divergentes.
Dado que los bancos centrales de todo el mundo establecieron políticas monetarias restrictivas para controlar la inflación, hemos destacado cuatro escenarios macroeconómicos con mayor probabilidad de ocurrir dependiendo de los movimientos futuros de la Reserva Federal de los EE. UU.:
1. Un “aterrizaje suave”: Los pronósticos de la Reserva Federal resultan ser ampliamente correctos, con una inflación que cae gradualmente hasta el objetivo, pero sin que el desempleo aumente sustancialmente y evitando una recesión.
2. Inflación y recesión persistentes: La inflación resulta ser más pertinaz de lo esperado y la Reserva Federal se ve obligada a ajustar más de lo que se refleja en los precios y/o mantener las tasas altas durante más tiempo, lo que finalmente precipita una recesión, quizás en la segunda mitad de 2023.
3. La Reserva Federal tolera una mayor inflación: La Reserva Federal hace un ajuste para reducir los niveles actuales de inflación, pero no está dispuesta a asumir riesgos con respecto a una recesión o estabilidad financiera, por lo que hace pausas antes de que haya hecho lo suficiente para reducir la inflación al objetivo deseado. Esto podría posponer una recesión al 2024.
4. Un “aterrizaje duro”: El estricto ajuste de las condiciones financieras que ya ha surgido conduce a una recesión, quizás de forma rápida (en la primera mitad de 2023), y por lo tanto la Reserva Federal puede terminar haciendo un menor ajuste de lo que actualmente se refleja en los precios.
Durante gran parte de 2022, las expectativas de los inversionistas generalmente se alinearon con una mayor probabilidad de que ocurra el segundo escenario, es decir, inflación persistente seguida de recesión, en parte porque el grado del aumento del desempleo proyectado por la Reserva Federal era similar al de recesiones anteriores.
A medida que otros bancos centrales señalaron o desaceleraron el ritmo de los aumentos de tasas a fines de año, los inversionistas se volvieron alcistas, anticipando que la Reserva Federal también cambiaría a una postura menos agresiva. En este contexto, tanto la probabilidad de un aterrizaje suave (escenario uno) como la posibilidad de que la Reserva Federal esté dispuesta a aceptar implícitamente un objetivo de inflación más alto (escenario tres) aumentaron y, junto con ello, los mercados de renta variable recuperaron parcialmente las pérdidas anteriores. Dado que el BCE y la Reserva Federal sonaron agresivos en diciembre, los inversionistas podrían volver a revisar su postura alcista.
Se puede formular un argumento táctico especialmente fuerte para aumentar la exposición a alternativas líquidas en las condiciones actuales.
Dado que es probable que la inflación general haya alcanzado su punto máximo (o que lo alcance pronto) en muchos países, y que los bancos centrales hagan ajustes a un ritmo más lento, es probable que aumenten las esperanzas de los inversionistas de tener un “aterrizaje suave” en los EE. UU. Por otro lado, es probable que una economía global en desaceleración ejerza una presión descendente sobre los pronósticos de ganancias. Por lo tanto, las perspectivas para los mercados de renta variable son inciertas. Como se señaló anteriormente, existen preocupaciones de que los bancos centrales puedan tolerar implícitamente una tasa de inflación más alta, y esto podría mermar el valor de los bonos.
Por lo tanto, es posible que el modo de cartera tradicional 60/40 siga registrando malos resultados. Una estrategia macro global ágil puede aislar fuentes de rendimiento diversas y menos correlacionadas al tener en cuenta los cambios de sistema y los cambios profundos en el sentimiento o las expectativas. La capacidad de mantener posiciones largas y cortas en varias clases de activos es una ventaja adicional, lo que proporciona flexibilidad para reaccionar ágilmente a medida que cambian las condiciones. El segmento macro global generó sólidos rendimientos absolutos y rendimientos relativos en comparación con las acciones, los bonos y los bienes raíces este último año, lo que la convirtió en un atractivo diversificador de carteras y una fuente alternativa de rendimiento ante el aumento de las tasas y la inflación.
Los inversionistas tradicionales suelen tener bonos como cobertura contra sus posiciones largas en acciones. De alguna manera, pueden verse perjudicados dos veces si los mercados experimentan signos de estancamiento. En consecuencia, las estrategias de cobertura contra los riesgos de cola, como aquellas que dependen de la identificación de tendencias a la baja en los mercados de renta variable y renta fija y las aprovechan con ventas en corto de esos activos, han demostrado tener un buen rendimiento cuando tanto las acciones como los bonos están disminuyendo.
Las alternativas líquidas buscan proporcionar fuentes de rendimiento no correlacionadas con enfoques tradicionales de acciones y bonos solo a largo plazo, mediante el uso de estrategias de ventas en corto para beneficiarse de la caída de precios y el tener una red más amplia a través de la inversión en otras clases de activos. Si bien las alternativas líquidas suelen ser una buena asignación estratégica para los inversionistas en cualquier entorno, se puede formular un argumento táctico especialmente sólido para aumentar la exposición a alternativas líquidas en las condiciones actuales.
Ningún inversionista puede predecir exactamente cuándo ocurrirá el próximo episodio de debilidad sostenida del capital, por lo que tener cierta asignación a una estrategia macro de riesgo de cola puede ser prudente, incluso en lo que parece ser “un buen momento”. Las estrategias de riesgo de cola extraen fuentes de rendimiento de diferentes clases de activos subyacentes, dándoles un aspecto diversificador, así como una función de cobertura. Creemos que es importante tener una asignación que pueda cambiar a medida que cambia el mundo, y esa flexibilidad es lo que permite la protección contra el riesgo de cola, tanto en el punto de conmoción financiera como de forma continua.
PGIM’s Best Ideas destacamos una serie de áreas en las que creemos que los inversionistas encontrarán oportunidades prometedoras.
Obtenga más información
Soluciones innovadoras de múltiples factores para problemas complejos de inversión desde 1975.
Visitar sitio
En el próximo año, creemos que las empresas con crecimiento confiable y exposición a temas seculares tendrán una ventaja a largo plazo.
A medida que la volatilidad persiste, se amplían las oportunidades de valor relativo entre los bonos corporativos europeos.
Los modelos tradicionales de cómo las empresas recaudan capital han sido alterados sustancialmente en los últimos años.
Los inversionistas no pueden ignorar la velocidad frenética a la que se adoptan la tecnología y la necesidad de centros de datos.
En tiempos de alta demanda de liquidez, los fondos secundarios ofrecen acceso a fondos de alta calidad a precios de entrada atractivos.